Nuestros gestos nos hacen únicos, especiales. No puedo parar de hacerlo y no tiene sentido. Me encanta cuando me imitan y siempre me sorprendo ¿de verdad hago eso? Sí, y esto y esto...
Hace pocos días, mientras leía Los detectives salvajes estaba la tele sin voz (otra tontería) y me llamó la atención una imagen que hizo que dejase el libro por un rato. En Atención obras de La2 hablaban con Alberto García-Alix de los autorretratos y me fascinaron sus fotografías. Fotos en blanco y negro la mayoría, de rostros o fragmentos de cuerpos, facciones que contaban una historia a través de sus gestos.
Tomé dos apuntes: "eterno insatisfecho", me sentí inmediatamente identificada con este concepto de connotaciones tan positivas para mí, insatisfacción como motor de descubrimiento. Y "cuánto dolor cabe en un rostro", no hace falta palabras.
Estoy devorando a Bolaño, desde el principio que tengo la sensación de tener entre las manos una obra maestra y quiero más a cada página que termino, pero no quiero que se acabe, no me importa el final, sólo degustar las palabras.
Qué magia tiene este vestido que sólo con ponérmelo me transporta a cualquier escena de unas de mis películas de culto, Pirate Radio. Hoy me siento la Elenore de Los Turtles.
Elenore. The Turtles
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