Yasunari Kawabata
"No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la muchacha dormida ni intentar nada parecido."
Lo descubrí en una de las estanterías de la biblioteca, compartiendo balda con otros autores como Kundera, Kafka, Kavafis, etc., el día que me apetecía un japonés con quien serle infiel a Murakami. Se trata de una novela de poco más de cien páginas, que pese a que puede ser leída de una tirada, merece ser degustada al ritmo sosegado que marca el propio autor.
El protagonista, el viejo Eguchi, tiene sesenta y siete años cuando empieza a frecuentar esta casa-prostíbulo tan especial, que ofrece a sus exclusivos clientes la oportunidad de pasar la noche junto a bellas jóvenes narcotizadas que no se despertarían en ningún caso. La historia se basa en los cinco encuentros, la descripción de cada una de las chicas y las evocaciones al pasado que le suscita la contemplación de estas bellas durmientes.
Creo que es la descripción de los olores que consigue transmitir un ambiente asfixiante y desagradable, frente a la delicada descripción anatómica: enfatiza sobretodo aquellos rasgos corporales relacionados con la juventud y la virginidad.
¿Es la propia imaginación la que se debate entre la corrección y la perversión que emana de esta particular historia? Aunque no se detalle ningún acto de agresión, iba leyendo con la sensación de que podía producirse en cualquier momento, o de que tal vez ya se había producido, quizás los deseos de quebrantar las reglas no eran sólo anhelos...
Me gusta de esta obra que se intuye más allá de lo que narra, es sugerente, a la vez que oscura y claustrofóbica, pero sutil.
Algunas obras de Kawabata
- La bailarina de Izu (1927)
- País de nieve (1947)
- Mil grullas (1959)
- La casa de las bellas durmientes (1961)
- Lo bello y lo triste (1965)
Kawabata nació en 1899 y se suicidó en 1972. Su vida estuvo marcada por la soledad y la muerte de su madre y otros seres queridos. Fue el primer escritor japonés que recibió el Premio Nobel de Literatura (1968).
Los detectives salvajes
Hace unas semanas vi en La2 un documental sobre Bolaño y volví sentir muchas ganas de leerle, pero lo dejé en la lista de espera de lecturas pendientes. Debe ser por este motivo que cuando recibí este inesperado regalo me hizo tanta ilusión.
Las notas de mi agenda-libreta de Alicia.
Empiezo a leer Los detectives salvajes. ¡Buena lectura!