miércoles, 29 de agosto de 2018

BATIBURRILLO

Aún no he escrito ni una línea y ya os advierto que la entrada de hoy va a ser un batiburrillo de todo lo que no voy escribiendo cuando decido hacerlo (cuando me asalta la idea y me muero de ganas de compartirlo pero un poder sobrenatural de ya 3 años me lo impide con sus sofisticadas técnicas de persuasión), y ya he asumido que tal vez si no es así jamás llegue a hacerlo. Allá voy que no quiero dejarme nada, me gusta dejar constancia para mi yo futuro de mis asuntillos cotidianos ;)


En la pelu
Enlazando con la anterior entrada, y dejando fluir mi lado más frívolo, que lo tengo más mustio al pobre... Fui a la peluquería y no ojeé ninguna revista, la peluquera me dio conversación todo el rato, y no estuvo nada mal. Le pedí flequillo largo pero muy versátil: que me lo pueda poner en la frente, de lado, arriba, abierto... y melena bajo los hombros con volumen y muy desfilada. Me quedo tal cual lo había imaginado, salí pletórica (iba a decir encantada, pero ya sé que abuso de este adjetivo y lo necesito para decir lo siguiente...)

I love Lolita
Un libro que he leído y me ha ENCANTADO: Elisa Kiseljak de Lolita Bosch (los que nos vemos en IG ya lo sabéis), no quiero dejar de recomendarlo, también por aquí, aunque tengo la impresión que todo lo que sale de esa cabecita y esa mano es oro puro. Tengo la intención de seguir descubriendo a Lolita (que ya me entusiasmó en La rabia).


Japón con niños, ¿si o no? Pues depende...
Antes de que llegué el próximo verano, algunas personas me habéis preguntado sobre viajar a Japón con niños pequeños. Mi opinión, resumiendo muchísimo: por un lado, es un viaje largo y caro, quieres ver mil cosas y hay que desplazarse mucho, tanto en metro, tren, autobús, etc. como andando para no perder detalle. Y si vas en verano, el calor se hace agotador. Nunca he llevado tantas horas a Juno en la mochila de porteo echa polvo, mi cuerpo había días que decía no puedo más, pero es que cuando quería andar, que era la mayor parte del tiempo, era un detenerse en todo sin fin. Mi mejor aliado para este viaje, pese al agotamiento físico que supone, llevar la mochila siempre preparada.


Por otro lado: es un país de los más cómodos a los que hemos viajado. Los medios de transporte son confortables, puntuales, limpios... y Los niños no pagan hasta los 7 años. Encuentras comida, bebida y servicios en cualquier lugar. Tienen muy presentes a los niños en general. Por ejemplo, en los lavabos de todas partes, con cambiadores, sillitas para que sientes a tu hijo mientras lo usas tu. En las estaciones con los juegos de ir estampando sellos. Algún parque de los de columpios... aunque son más de muñecos gigantes. Bastantes jardines, lagos, fuentes... Aunque hay zonas que encuentro ideales para ir con niños, normalmente si viajas a Japón no te quedas mucho tiempo en un mismo lugar y la falta de tiempo es el principal inconveniente que veo para respetar el ritmo de exploración de un niño y que pueda disfrutar de todo lo que le ofrece cada lugar. Otras zonas, las más comerciales y estresantes, para mí nada adecuadas.


Qué más de japón...
Como espero subir fotos y explicar qué lugares concretos hemos visitado, hoy solo os digo lo que hemos comprado:

- Kimonos de segunda mano 
En un mercadillo y muy muy baratos por 100, 200, 300 yenes.

- Vestidos de segunda mano
En el mismo mercadillo encontré una parada con vestidos de mi estilo 100%, de los que aquí encuentras por 15€ y dices que es una ganga a 7-8 €. 

- Telas 
En Tomato. Hay de todos los precios, yo que fui a por las gangas me vine bien cargada.

- Libros
De la cadena de librerías de segunda mano Book-off. Hay tantos que o te organizas o te quedas a vivir allí. Yo me centré en álbum ilustrado japonés tirado de precio y me vine con dos preciosidades que ya veréis. Miguel, mangas retro.

- Chorraditas de todo a 100 yenes
Muñecos solares que menean la cabeza, palillos, muñequitos de decoración, papel para origamis, imanes...

Me han vetado y no sé ni qué
Casi lo olvidaba, hace dos días IG me avisa de que elimina una foto mía por inapropiada, el mensaje de siempre que he leído en tantas cuentas ajenas. No me pude ni indignar de lo atónita que me quedé, mis fotos son casi de la casa de la pradera, y como te la muestran borrosa (no vaya a ser que tu misma te escandalices) pues no la reconocí, no era dando teta que en todo caso aún me lo podría esperar... Yo desnudos no cuelgo, ni míos ni de nadie, no insulto, no protesto, soy muy sosilla, ¿me habrán denunciado? Es la única opción que se me ocurre.

Cambios
De aquí a 5 días empiezo en una escuela nueva en la que no conozco a nadie y ni siquiera he visitado (está en construcción), es un gran misterio para mí como será esta nueva etapa de mi vida que tanto me apetece, espero no tener unas expectativas demasiado elevadas y que me jueguen una mala pasada. 

Esa es la parte motivadora de cara a septiembre, pero por otro lado, estoy viviendo un duelo particular por tener que separarme de Juno, y hasta que no me vea en mi nueva situación, estoy fatal!! Sé que se debe a que he tenido la gran suerte de tenerla en mi escuela dos cursos después de un año largo de baja maternal, así que no he vivido la separación que muchas familias ya han experimentado al entrar a la escuela infantil con 1 o 2 años, a eso súmale que empezar en la escuela de los grandes ya suele dar un poco de vértigo... Un nudo en el estómago. Y no es que no tenga ganas de que Juno viva una nueva etapa de su vida y verla crecer feliz en un lugar que creemos que es ideal para ella, soy yo: que tengo hijitis.

Anoche al final me lié a hablar con Miguel y me dejé la mitad de cosas que quería escribir, ya encontraré otro momento. ¡Feliz vuelta a la rutina!

miércoles, 22 de agosto de 2018

MIEDO A ENVEJECER

Antes, como una vez al año voy a la peluquería, me entretenía en mirar las fotografías de las revistas del corazón (en las peluquerías a las que yo voy te dan a elegir entre revistas del corazón y revistas de moda), creo que es mejor que intentar leer un libro porque la peluquera o peluquero algo de conversación te da y no es plan de ignorarle (que está tu pelo en sus manos jejjee!!).

Las últimas veces las he ojeado y me he dado cuenta de que si no sigues algún reallity te cuesta conocer a la mitad de personajes... Soy la única que recuerda aquella canción de "La Parodia Nacional" que decía aquello de: "desde que Isabel Gemio sale con Jesús Quintero... (por cierto, aún salen?? ;)) Qué pedazo de artistas hay en las revistas de mi peluquero"." Momento friky-remember a parte, esta semana estuve en el camping de mi cuñado y cayó un chaparrón de cuidado, mientras decidíamos si salir o no con ese tiempo, me dio por ojear una revista que tenía su madre sobre la mesita del televisor (no diré el nombre, solo que es un clásico de la prensa rosa española y que tiene un nombre que no indica para nada lo que hago yo con ella). Me quedé impactada.

La primera famosa que aparecía rondará los 70 o 80 años, no tengo ni idea, solo sé que lleva toda la vida apareciendo por televisión. Experimenté una profunda impresión, conmoción... entré en estado de shock, vaya: ¿es ella? No sabía bien bien que es lo que me chirriaba tanto, no sé si es que juntar cirugía y Photoshop, ambos en exceso, da un pequeño monstruo que cuesta de ver... Seguí mirando la revista buscando otras famosas de cierta edad, encontré lo que me temía: 


Pánico a envejecer

La GERASCOFOBIA es el miedo irracional a envejecer

http://www.cuidatusaludemocional.com

Es un miedo que, en mayor o menor medida, lo tenemos todas las personas. Miedo a no sentirte en forma, a cambiar tanto que ni te parezcas a lo que fuiste... Como si a cierta edad parasemos el reloj y esa imagen de nosotros mismos fuese la única válida. Como si a partir de ese año cero no quisiéramos cumplir más años: entonces proyectamos en nuestra mente esa imagen como auténtica aunque vayan pasando los años y vayan apareciendo los cambios no deseados. Porque madurar debe ser ir aceptándose en cada etapa e ir asumiendo que vas cambiando ¿no? No existe un <<yo>> inamovible y eterno, y menos a nivel físico, decir yo de niña tenía el pelo muy rubio no te hace ser rubia hoy.

Y me puedo hacer una idea de lo que supone para una persona que se mueve en un mundo en el que la imagen tiene tanto valor ir perdiendo frescura y belleza, ir ganando arrugas, flacidez, canas, estrías... Aunque creo que con las mujeres la presión es mayor, es evidente que en los hombres también existePara la autoestima debe ser demoledor sentir que ya no eres como has sido, cuando te has sentido querida, admirada, halagada, y tenida en cuenta (en muchos casos eso se refiere a tener trabajo o no tenerlo). Y tener que luchar contra el tiempo a base de operaciones que acaban convirtiéndote en algo raro: porque tu cara y tu cuerpo operados jamás son comparables a ser joven y bella, son una aproximación, y rozar la ochentena con un físico indefinible no creo que sea plato de buen gusto.
Aunque el caso que me ha inspirado esta entrada es bastante extremo, cuando busqué otros famosos tuve la sensación de que se da muy pronto esta obsesión por detener el tiempo, a lo mejor influye el hecho de que ciertas profesiones parece que tengan "fecha de caducidad", pero creo que tiene más peso la presión social: cuando nos dicen "¡no aparentas la edad que tienes!", deberíamos decir: "¿¿¡¡noooo!!?? ¿tan inmadura se me ve?" jejejee!! ¿Me entendéis, verdad?
No es fácil, hay muchos factores en nuestra contra: la publicidad y el negocio de vender la eterna juventud (y de prácticamente solo dar visibilidad a lo joven), nuestros referentes, si estos son modelos, actrices, cantantes, jóvenes y guapas, nuestros valores, si creemos que lo que importa de nosotros mismos se reduce a nuestra apariencia, por lo tanto, la sobrevaloración de lo físico, de la estética por encima de todo... 

Hace poco fui a hacerme unas fotos de carnet y me dieron a elegir mi fotografía retocada o no, también para Juno. ¿Por qué nos dejamos hacer esto? Es dejar que alguien decida que nuestra imagen no es la adecuada, que necesitamos retocarla como sinónimo de mejora. ¿Es mejor no ser uno mismo? Una imagen retocada no es nadie, carece de las singularidades que nos hacen ser lo que somos, a menudo los retoques eliminan nuestra expresión.

Se empieza por querer salir bien en la foto, por colgar una foto de perfil en la que (te crees) sales tan favorecida que ni te pareces a ti misma, y después, supongo, que quieres lograr como sea ser como esa falsa imagen de ti misma, ese avatar... Te aferras a una ilusión, aunque el espejo te golpee con la realidad.


¡Qué nos dejen envejecer en paz!  

domingo, 19 de agosto de 2018

UNA BOFETADA A TIEMPO... ¿EN SERIO?

¿No os pasa que veces cuando alguno de tus amigos de facebook comparten alguna frase y no estás para nada de acuerdo no dices nada? Piensas que tal vez seas tu, que eres muy sensible ante ciertos temas...

maltatoday.com

Y mira que soy la primera que le quito hierro a todo, pero eso es algo que hago con lo que me afecta a mí. Compartir según que tipo de mensajes opino que puede ser muy peligroso, que puede dar pie a frivolizar y a normalizar conductas nada positivas. Por ejemplo, con la última frase que vi compartida por la red que decía algo así:

 "mi madre me dio alguna que otra bofetada de pequeño y gracias a ello desarrollé un trauma que se llama respeto a los demás".

Entonces todos los que también han recibido algún cachete, colleja, tortazo, pellizco, empujón, zarandeo, etc., y se sienten sanísimos psicológicamente, se añaden a quitarle importancia al asunto. No importa lo incoherente de la afirmación. Algunos incluso tratarán igual a sus hijos, porque muchas veces reproducimos lo que hemos vivido sin pararnos a reflexionar sobre ello. Y puede ser que para muchos no suponga un trauma, que no afecte a la relación con sus padres y con las demás personas... Pero desarrollar respeto, perdonad que lo dude mucho.

Yo misma conozco a madres muy sueltas con la zapatilla (por seguir con el ejemplo de la frase), madres de otra generación, debo aclarar, aunque ahora también las habrá. No voy a entrar en si sus hijos están traumatizados o no, lo que tengo claro es que la zapatilla no es la solución. Cualquier tipo de violencia solo puede generar violencia, frustración, tristeza, rabia... Conseguir obediencia causando miedo. ¿Por qué usar un método que no aporta nada bueno? 

Si la familia somos el principal modelo de conducta, sobretodo durante los primeros años, ¿qué les estamos transmitiendo a nuestros hijos cuando ejercemos violencia sobre ellos? 

A ellos precisamente, que son las personas a las que queremos, cuidamos y debemos proteger: que la violencia es válida. Por leve que sea; porque trazar una línea entre leve, moderado, fuerte... es muy relativo (y además, ¿hace falta, si se puede evitar?). Entonces no debería extrañarnos que la utilicen cuando algo no les guste, no les salga como quieren, cuando alguien no actué como desean o algo les moleste, que la ejerzan incluso con las personas a las que aman.

No necesito motivos para descartar cualquier tipo de violencia hacia las personas, más hacia un hijo o hija, no es el tipo de relación que quiero tener con la persona más importante de mi vida.

Y me da pena que se tache de exagerado a quien critica esta forma de proceder, en vez de realizar un ejercicio de autocrítica. Creo que es debido a que la violencia está demasiado presente en nuestra sociedad, existe una tendencia a la agresividad (incluyo todo tipo de agresividad: verbal y física) que nos sale cuando alguien nos corta el paso al volante, cuando se nos cuelan en la cola del super, cuando nos critican... A pasado a formar parte de nuestra cotidianidad.

Todos conocemos a alguna persona de las que cuando hablan parece que te vayan a partir la cara, pueden tener un fondo estupendo, pero prefiero que lo tengan lejos de mí. Y a veces lo hacen sin estar especialmente molestos, es como si arrastraran una rabia, un estar enfadado con el mundo, o simplemente se hubieran construido una coraza. Demasiadas veces presenciamos como estas personas, que en su vocabulario incluyen un buen repertorio de insultos y su tono de voz es de los que no necesitan megáfono, hablan a su pareja e hijos, y francamente no sé cuál es nuestra responsabilidad ante situaciones así.

En nuestro día a día convivimos con la agresividad ajena, pero también con la autogestión y regulación de la propia. A veces la impotencia o la frustración ante un suceso nos hace perder los nervios, enfadarnos desproporcionadamente. He necesitado ser madre para darme cuenta de que necesitaba cambiar mi actitud en algunas situaciones: no siempre somos conscientes.

Por si esto fuera poco, ciertos canales de televisión, y en determinados programas, la violencia es una forma de comunicación, sinónimo de mayor audiencia, de morbo. 

Podríamos empezar por dejar de consumir violencia, es solo una sugerencia.

lunes, 13 de agosto de 2018

DESTINO PLAYERO FAMILIAR

Hace años que repetimos escapadita a Tossa de mar siempre que juntamos dos o tres días festivos, es un destino que no nos falla y tenemos muy por la mano ya... No tenía pensado escribir una entrada, las fotos que pongo son las que tengo, no hay más: rápidas y echas con el móvil, de esas que haces para compartir con la familia. Pero me apetecía un ratito a solas con el blog y una entrada facilita ;)

Tossa de mar
Costa brava
(Girona)



Puntos fuertes
  1. Alojamiento asequible
  2. Se come bien y ajustado a todos los bolsillos
  3. Muy cerca de Barcelona
  4. Ambiente familiar y tranquilo
  5. Playas bonitas de arena gruesa con zonas perfectas para niños
  6. Calitas
  7. Precioso para pasear



¿Dónde dormir?
Es muy relativo, al buscar alojamiento cada cual tiene sus prioridades: zona, habitación, piscina, aparcamiento, precio...

Esta última vez hemos dormido en el Hostal Maria Rosa, que está justo a dos pasos de la playa que más nos gusta para ir con Juno (porque no cubre, hace como piscinita entre las rocas y la arena y puede bañarse y jugar de manera muy autónoma).


Lo mejor:

- La proximidad a la playa, al castillo y a la zona de restaurantes
- La limpieza
- El precio

La habitación es bastante espaciosa, aunque el baño es muy pequeño. La cama grande para los tres. La tele muy pequeña (pero no vemos tele) y no hay aire acondicionado, aunque con el ventilador estuvimos muy bien.

Mejorable:

- No hay aire acondicionado
- No hay ascensor 
- Televisor bastante pequeño

Se trata de un edificio antiguo en pleno casco antiguo, estuvimos en un tercero sin ascensor (creo que solo hay 3 plantas, máximo cuatro) con una niña subiendo y bajando ella sola y no fue ningún inconveniente para nosotros.

Relación calidad-precio muy buena, yo repetiría solo por lo cerca que está todo. Y en el plan que vamos, que es disfrutar de la playa, de las rutas para pasear y de los restaurantes, heladerías, etc., no necesitamos nada más que un lugar cómodo y limpio. El baño no tiene secador, tiene un dosificador de jabón (que sirve para todo) y toallas. Hay wifi y puedes desayunar bastante bien por 5€ (avisando con antelación).
Otros alojamnientos en los que hemos estado: 
- Hotel Rovira (la zona no restaurada, por muy primera línea de playa que sea, no repetiríamos. Tampoco es la zona de playa que nos gusta). Demasiado dejado, para nuestro gusto, la habitación enorme y con más camas de las necesarias, pero todas un espanto.
-Hotel Corinto: primera línea de la playa que no nos gusta, habitación pequeña, pero aceptable. Wifi, la tele bien... Pero sensación de dejadez que me tira para atrás. Y el desayuno para salir corriendo.
- L'Hostalet: no tan cerca de la playa, pero vaya, que te plantas en nada. También bastante próximo a restaurantes, etc. La habitación normalita, limpia. El desayuno hizo que no probásemos su paella, recuerdo los hoteles en los que he desayunado bien y reconozco que para mí gana mucho un buen desayuno (y no hablo de cantidad).
¿Dónde comer?
Hemos probado muchos restaurantes en busca de un buen arroz, desde los del caminito del castillo, hasta los más escondidos. En este aspecto, en desacuerdo con Tripadvisor, pone como muy buenos algunos de nuestros grandes chascos! 

En Can Carlus nuestras altas expectativas tal vez jugaron en contra, teníamos buen recuerdo de una vez anterior y fuimos con unos amigos a los que queríamos invitar a una buena paella de marisco y nos dejó fríos... En La Placeta fue una y no más. En El Pini, no comimos mal, la verdad. Y otros, que tuvimos la mala suerte de pagar muy caro un arroz pasado, y otros desengaños... No recuerdo nombres porque ya son años de ir probando. 

Así que esta vez no quisimos arriesgar y repetimos en Restaurante Marina (C/ Tarull, 6. Cerca de la plaza de la Iglesia) donde siempre comemos bien a muy buen precio y el trato es inmejorable. 


Juno recomienda el arroz caldoso con gambas
Y cenar...
Nosotros en Tossa siempre hacemos arroz a mediodía y pizza o brasería de noche, pero a gustos... Y en cuanto a pizzerías lo tenemos clarísimo: Pizzería Anna. Es el bueno, bonito barato de Tossa! Nos encantan todas sus pizzas y platos de pasta, y si esperas a sentarte en la terraza que da a la parte de atrás, se está muy a gusto y tranquilo.


De birras
Y el gran descubrimiento de esta vez fue el Delirium bar, lo de descubrimiento es un decir, lo teníamos muy visto pero jamás nos habíamos parado a tomar una cerveza. Muy recomendable: buenas y variadas cervezas, nos aconsejaron muy bien, y el local es chulísimo! Y cenamos genial en el Berlín, justo enfrente, las carnes espectaculares. Y muy bien de precio. Curiosamente ni un guiri...






Lo que nos gusta hacer
Pasear por el paseo marítimo, subir al mirador por la tarde y al castillo de noche. Hay una heladería muy conocida en el paseo que no te puedes perder.




Mucha calma y bonitas vistas
A pesar de que no nos llevamos la cámara, con lo que adoramos fotografiarlo todo, los paisajes salen favorecidos hasta con mi móvil cutre...










Para acabar
Lo mejor de Tossa, si vas con niños, es que parte del paseo marítimo está cortada al tráfico. Por el casco antiguo a penas pasan coches y el suelo es de adoquines (para las que se quitan los zapatos a la primera de cambio), a demás de estar muy limpio. Hay muchas escaleras, que Juno ha disfrutado al máximo, rinconcitos, tiendecitas...




miércoles, 8 de agosto de 2018

LACTANCIA MATERNA

Hace meses que voy aplazando esta entrada, pensé incluso en no escribirla, porque cuando oyes tanto ruido tienes la sensación de que nadie está dispuesto a escuchar. No quiero entrar en ningún debate acalorado, nada más lejos de mi intención. No quiero dar lecciones. Solo quiero explicar mi experiencia, tan válida como cualquier otra, como madre, pero también como maestra de infantil.

Antes que madre, antes incluso que instinto maternal, tuve vocación para dedicarme a la educación infantil. Ahora puedo decir que ya tengo un bagaje en años trabajados, en formaciones recibidas, en lecturas reflexionadas y en debates compartidos, para poder hablar con cierta propiedad, (digo esto porque siempre que hablo de educación infantil lo hago desde la posición de a quien le queda muchísimo por aprender: así es y será; no por falsa modestia, sino por coherencia). Y aún así, hablo desde un contexto concreto, el de mi entorno.


Por eso, cuando oigo decir que ahora muchas madres somos defensoras acérrimas de dar pecho y no respetamos la lactancia artificial como una opción igual de válida, me cabrea bastante. ¿Por qué? Porque no lo es. 
Y creo necesario puntualizar un aspecto clave: no se trata de culpar a las madres que deciden dar biberón, esto sería muy injusto. Pero tampoco caer en el falso respeto que acepta cualquier decisión, por perjudicial que sea, malinterpretando aquello de que "una madre siempre elige lo mejor para su hijo", aunque en la gran mayoría de situaciones así sea. 
Es como si defender la lactancia materna fuese perjudicar a alguien o ir en contra de algo. No hay dos bandos. ¿No te queda otra que dar biberón?, ¿no te da la gana dar pecho? Es otra historia, no pienso que sea equiparable.

¿Y por qué soy tan rotunda?

Por lo que he vivido en propia persona y en muchas madres que he conocido a lo largo de los años de profesión. Para empezar, un dato alarmante: mi etapa acoge a niños de 4 meses a 3 años, por lo que debería tener bastantes alumnos lactantes, sin embargo, año tras año he aceptado como una normalidad, por mi total ignorancia, como, por ejemplo, del grupo de 1 a 2 años (un total de 13 niños), solo tomaban pecho un par. ¡Es poquísimo! Y he presenciado como las pocas madres que amamantaban se programaban el "destete" a toda prisa.


Entonces me tocó vivirlo a mí y lo entendí todo: 

Antes de tener un hijo piensas que hay dos opciones, a elegir la más conveniente: dar pecho o leche artificial. Conmigo las multinacionales de las leches lo tenían fácil, lo de dar pecho no me apetecía nada, incluso me daba un poco de grima (amigas mías, muy dispuestas a amamantar, de las que te decían lo bonito y gratificante que resultaría, absolutamente cierto, dejaron bien pronto de hacerlo por distintos motivos, ¿es que hasta a las más predispuestas se las disuade de continuar, ¿o qué pasa?). Como ya sabíamos que al nacer Juno tenía que ir a la UCIN, estaba concienciada de que darle el pecho no sería una prioridad, solo en caso de ser posible. Ya os digo, todas las papeletas para pasar de dar pecho...
Por suerte, me presentaron al señor sacaleches en vez de cortarme la leche, y pude dar pecho en diferido cuando no era posible hacerlo directamente. Por suerte, soy una cabezona de cuidado, y con lo mal que lo pasé al principio dando pecho, no me rendí. Justo el día antes del ultimátum que me autoimpuse, fui a ver a mi comadrona (me presenté en la consulta sin cita ni nada), para decirle que estaba desesperada y me salvó de tirar la toalla.

En esta sociedad de consumismo voraz dar teta es ser muy transgresor

Te extrañas de tu propia ignorancia respecto a algo instintivo y natural, sin reparar en que es consecuencia de la cantidad de mensajes contradictorios, disuasorios e interesados que recibimos por parte de la sociedad, de los medios de comunicación y de los profesionales que nos deberían asesorar con criterio. Pero la realidad es que al primer contratiempo, una comadrona, pediatra, médico de cabecera, poco sensible con el tema, te corta la leche y arreando. ¡Lo veo continuamente! 

Muchas veces no somos conscientes de que están decidiendo por nosotras, de que nos están mal informando. Dar el pecho a veces no me apetece, igual que no me apetece cambiar un pañal, en relación a la maternidad hay momentos de todo, algunos muy duros, nadie dijo que fuese fácil.

Gracias a mi comadrona sé que se puede continuar con la lactancia a pesar de necesitar tomar antibióticos puntualmente, o porque tu hijo vomite, etc. Incluso, que se puede recuperar después de un parón. Sé que todas las leches alimentan, que todas las madres producimos la cantidad suficiente... A pesar de ciertos mitos que circulan y son peligrosamente creídos a pies juntillas. 

Puedo entender que algunas madres se sientan culpables por elegir la lactancia artificial, en detrimento de la leche materna, cuando se informan de los beneficios que esta última aporta a la salud, principalmente del bebé, pero también de la madre. Y creo que el problema lo llevamos arrastrando desde hace años, cuando se empezó a vender la lactancia artificial como opción igual de buena que la materna, y he escrito "vender" porque detrás de todo siempre están los dichosos intereses económicos y no hace falta ser padres para ver el gran negocio que hay entorno a la infancia.


Cambios respecto a la cultura de infancia

A lo largo de los años, he vivido grandes cambios en relación a la cultura de la infancia, desde como la figura paterna ha ido cobrando protagonismo (en una etapa en la que estaban tan poco presentes: 0-3 años), como la industria ha ido generando productos y creando necesidades (por ejemplo: rejillas para comer fruta, baberos recoge restos de comida, platos y vasos involcables, mil tipos de biberones y chupetes, árnica para los golpes, rodilleras para el gateo...), como se ha hipersexualizado a las niñas, aunque, por otra parte, cada vez está más asentado el unisex en cuánto a juguetes y ropa, etc.

Se nos esta(ba) yendo de las manos, nos está(ba)mos dejando vender de todo. Y en parte lo entiendo, conozco familias que a penas ven a sus hijos por motivos de trabajo, se dirán: "qué menos que proporcionarles de todo, porque lo más necesario, que es tiempo, no se lo podemos dar".


Para acabar

O tienes activado el espíritu crítico o te cuelan cosas de las que después te lamentas o piensas porqué haría/compraría/diría yo eso... Y yo, que me paso de crítica, pensé que mejor aflojar un poco porque no me apetecía nada ir contra todos. Pero no pude, acabé por priorizar lo que consideraba mejor para mi hija, lo que me hacía sentir mejor a mí. Ya no hablo solo de dar pecho, sino de tantas otras decisiones que debes tomar como madre.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) expone: 
La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud. 
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.

viernes, 3 de agosto de 2018

DE VUELTA

Ya estamos de vuelta de nuestro viaje a Japón, seis años después repetimos destino, y hemos notado bastantes cambios, y no solo en nuestra manera de viajar. Espero tener tiempo y paciencia de subir las mejores fotos y comentar nuestros pasos por cada ciudad para tener bien organizado y guardado el recuerdo de esta experiencia, bueno, eso quisiera, lo que haga ya se verá ;)


Para volver a romper el hielo con el blog empezaré por algo fácil, películas y libro compañeros de viaje:

Me encanta leer en el avión y esta vez me llevé un libro que me acababa de regalar mi compañera en el aula, Cristina, aconsejada por otra compañera, Anna, que sabía que con Chimamanda iba a lo seguro. Y así fue, el libro La flor púrpura me ha durado un suspiro y me he debatido continuamente entre las ganas de avanzar y seguir leyendo y el deseo de que durase mucho e ir dejando un poquito para después. Aún intentando no devorarlo, sino ir suministrándome dosis aceptables, me ha enganchado tanto que ha sido visto y no visto. ¿Qué si lo recomiendo? Mmm... !Por supuesto!

LA FLOR PÚRPURA
Chimamanda Ngozi Adichie
Editorial Random House
Año 2016


El tema películas ha sido más complicado, por Juno básicamente, que a la que me veía concentrada mirando la pantalla le daba al botón de apagado y listo. Pude ver Tres anuncios en las afueras...

No os la perdáis si tenéis la oportunidad de verla, no es una película amable pero es magnífica, de lo mejorcito que he visto últimamente.

Título: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (En España:Tres anuncios en las afueras)Año: 2017Dirección: Martin McDonaghReparto: Frances McDormand,  Woody Harrelson,  Sam Rockwell...
Otra que vi, y que no me gustó tanto como esperaba, tal vez las expectativas, tal vez porque Tres anuncios había dejado el listón muy muy alto, no lo sé, pero me desinflé un poco esperando algo que no encontré. Aún así la recomiendo, sobretodo si eres una chica de veinti-treinta...

Título: Lady Bird
Año: 2017Dirección: Greta GerwigReparto: Saoirse Ronan,  Laurie Metcalf,  Lucas Hedges,  John Karna,  Beanie Feldstein, Tracy Letts,  Timothée Chalamet,  Danielle Macdonald...
En cambio, la que vi casi por eliminación, con pocas ganas incluso, me sorprendió y me pareció fabulosa. Creo que los actores están impresionantes: tanto Tonya, como la insufrible madre, como el marido, me gustaron muchísimo en sus papeles.

Título: Yo, Tonya
Año: 2017Dirección: Craig GillespieReparto: Margot Robbie,  Sebastian Stan,  Allison Janney, Julianne Nicholson, Paul Walter Hauser, Bobby Cannavale...
Y acabé con una película que no me llamaba nada de nada la atención y que me pareció un pastelazo, ni la acabé... ¡Mamma Mía! (2008). Cómo pudo aceptar el papel Meryl Streep, es malísima!! 

En fin, malas decisiones que se toman en la vida... ¡Hasta pronto!