Nos levantamos temprano para dirigirnos a Nara, parando en Fushimi-Hinari: el templo del zorro. Se trata del templo dedicado a Fushimi más famosos de todo Japón por sus innumerables toriis rojos situados uno pegado al otro y formando túneles.
Esta zona más tenebrosa era ideal para rodar un corto de terror o algo así... |
Este fue el primer día de sol después de tantos días de bochorno, no sé que es peor...? Llegamos a Nara, el paraíso de los ciervos!
En Nara se encuentra el templo Todaiji, el edificio de madera más grande del mundo (aunque es un 33% más pequeño que el original). Este templo contiene una figura de buda gigante que realmente nos impresionó.
Templo Todaiji: el edificio de madera más grande del mundo |
El Buda de bronce mide 15 metros |
Una atracción para el visitante: atravesar una columna por este agujerito |
Después visitamos el templo de los farolillos.
¡Por fin la hora de comer! De vuelta a la estación paramos en un pequeño restaurante donde Miguel probó los udon fríos, comimos muy bien por muy pocos yenes.
Estos son los fideos calientes, los más gordos hasta el momento |
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