Después de pasar por el hotel lo justo para ducharnos y cambiarnos de ropa, por la tarde-noche fuimos hacia Roppongi dónde habíamos quedado con Adriana. Subimos a la Torre Mori a disfrutar de sus espectaculares vistas (52 pisos de altura) y de un ambiente muy romántico, dónde se podía tomar una copa, con las luces bajas, música de fondo...
La zona de los clubs no nos gustó porque la encontramos bastante caótica, mucha aglomeración, hombres-armario a lo largo de toda la calle, de esos que no sabes si son "seguratas" o mafiosos. Y nos costó mucho elegir un sitio dónde cenar porque habían cadenas tipo Mc Donall's o restaurantes caros pero que no nos llamaban la atención... Adriana sugirió cenar en una cadena de restaurantes cerca de la tienda Don Quijote pero a Miguel y a mi no nos gustó ni el sitio ni la comida, es nuestra opinión claro está, y ahora después de haber comido en muchísimos sitios diferentes seguimos pensando que no ofrecen buena calidad.
El ambiente de las calles |
El metro lleno de gente,como es habitual |
Entramos a la sala de exposiciones pero dimos un vistazo rápido porque era muy tarde |
Las vistas de noche |
El sushi que no nos gustó, tanta salsa no pintaba bien |
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