Por la mañana fuimos a visitar el famoso mercado de pescado de Tsukiji, habíamos leído que valía la pena madrugar mucho para ver la subasta del género pero no llegamos ni mucho menos temprano! La ventaja es que ya no había tanto guiri (como nosotros) rondando entre los puestos.
Como nos atrae mucho ver la cotidianidad este día fue genial para nosotros.
De camino al mercado |
Comimos en un diminuto restaurante cerca del mercado, por la cola de espera supusimos que allí se debía comer muy bien! Pedimos salmón, atún, cangrejo real y atún toro. Todo de primerísima calidad, delicioso y a un precio justo.
La cola muy bien organizada y paraguas para que no pasemos calor |
Nos llamó la atención ver tantas familias con tres hijos |
¡Por fin nos toca! ¿se aprecian los platos? |
Estrechito estrechito |
El plato entra por los ojos sólo por la explosión de color, sopa y encurtidos como acompañamiento |
El cangrejo real con huevas exquisito!!! |
Después fuimos al parque Hama, cerca del mercado, rodeado de rascacielos es como un gran pulmón que oxigena la ciudad. Precioso e impoluto como todo, lástima el calor sofocante!
Luego nos dirigimos hacia la bahía de Odaiba dónde vivimos un día de fiesta, feria y ambientazo. Coincidió que por la noche habían fuegos artificiales y la aglomeración perfectamente controlada nos dejó alucinados. Para poder disfrutar de los fuegos y cena al aire libre, los grupos ponían telas tipo hule en el suelo con estampado y lo pegaban con celo también de colores. Nos hemos metido de lleno en el ambiente y, como ellos, hemos ido al centro comercial un rato, hemos jugado a las máquinas, hemos comprado golosinas y hemos cenado bolas de pulpo compradas de un puesto callejero.
Mójame tío que hace mucho calor |
Feria |
Equipado para la feria |
Haciendo amigüitos jejejjeee!!! |
La bolas de pulpo no nos gustaron nada... la pinta no es muy buena |
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