Yo ya estaba a favor de los pañales de tela antes de saber si resultaban prácticos o no. Todo lo que supone generar residuos me pone los pelos de punta, por eso reciclo, reutilizo y, sobretodo, trato de comprar pocos envases. En la escuela, ver la cantidad de bolsas de basura llenas de pañales me genera bastante impotencia, sé la barbaridad de tiempo que tardan en degradarse y no puedo evitar imaginar montañas de basura ensuciando nuestro planeta (si solo fuera imaginar...).
En mi entorno acogieron la noticia con escepticismo, creo que lo vieron más como una moda que no como una alternativa sostenible y razonable. Pero no me quejo, todos los que se dieron por aludidos, porque creen que cambiarán los pañales de la bolita, me pidieron que les enseñara a usarlos, así que vamos por buen camino!
Con mi convencimiento de que la bolita llevará pañales de tela, miré algunas webs para informarme a fondo y saber qué tipos hay y dónde comprarlos. Además, los incluí en la mini lista que he elaborado para los empeñados en regalarnos cosas (jejjee!!! en realidad me encantan los regalos, pero sin obligaciones), curiosamente nadie se ha interesado por ellos...
Y sin pensarlo, un día una amiga se ofreció a dejármelos, nada menos que 11 pañales! Con este ofrecimiento cumplía con otra de mis intenciones respecto a las cosas de la pulga: evitar el consumismo descarado que se mueve entorno a la infancia (generando necesidades que no son tales, inventando productos innecesarios, apostando por materiales de mala calidad, etc.). Prefiero el intercambio, la reutilización, la simplicidad...
Y claro que me encantan muchas de los productos que fabrican para bebés, ya solo por su tamaño en miniartura, y caeré en alguna tentación, pero espero ser coherente con mis ideas. Por ejemplo con los zapatos, que hacen verdaderas preciosidades, ¡hasta para bebés que no andan! Pero yo no quiero ponerle zapatos hasta que sea necesario y, en todo caso, apostaré por unos zapatos apropiados (este tema merece una entrada a parte).
KIT PAÑALES DE TELA
Os presento el kit pañales de tela, con colgador incluido, que me han prestado (ya le he hecho hueco):
Y para que veáis los once modelos juntos: ocho son iguales (los de colores lisos) y los otros tres de distintas marcas.
Pañales insertables Bum genius (www.bumgenius.com)
Los ocho pañales de colores tienen cobertor impermeable, para que no traspase, y una tela que impide que el bebé se sienta mojado, cosida. Entre ambas capas, un bolsillo para insertar las tiras absorbentes.
Son adaptables (talla única: se pueden usar desde el nacimiento hasta que deje de usar pañales) mediante un sistema de cierre de broche de plástico, y ajustables a la cintura por un sistema de velcro.
El pañal rosa con estampado de hadas y el de estampado de vaca son de ecopipo pañales ecológicos (www.ecopipo.com), y tienen exactamente el mismo sistema que los anteriores.
Todo en uno Simplex (www.swaddlebees.com)
El pañal de estrellas tiene cobertor impermeable, para que no traspase, y la parte absorbente cosida a éste. En contacto con la piel del bebé, una tela muy suave que permite que se sienta seco.
En este caso no es adaptable, tiene para ajustar a la cintura 4 posiciones con un sistema de cierre de broche de plástico. La toalla absorbente está cosida en su interior y tiene el espacio abierto para añadir más y de este modo obtener mayor absorción.
Me han dejado bandas absorbentes de distintos tipos:
El primero, de ecopipo, es 100% microfibra y va cosido doble, además cada capa en sí también es doble. Y exactamente igual al anterior, de la marca Green Acre Designs (www.grenacredesigns.com).
El segundo, de bum genius, es 80% poliester y 20% nylon (un poco más delgados que los de microfibra) consta de tres capas cosidas y tiene cierre de broche para ajustar su tamaño. También tengo, de esta misma marca, más pequeños y de dos capas cosidas y sin broches (para complementar con otros absorbentes).
El tercero, no tiene etiqueta, la parte azul es microfibra y la cruda parece algodón, ambas capas, y con broche para unir formando tres bandas de tejido.
Un cuarto tipo, que no he fotografiado por descuido, de tikiba, es de bambú. Uno está formado por una única capa y de largo suficiente para ser doblado en dos, el otro, en la parte central es de doble capa; ambos son mucho más delgados que cualquiera de los anteriores.
Por último, una caja de forros desechables de viscosa, de Popli (www.popolini.com), que se coloca directamente en contacto con la piel. Entre sus usos: facilitar la retirada de las heces, proteger el pañal de restos de crema, contribuir al efecto de culito seco dejando pasar la humedad pero evitando que retorne, usar como toallita. El rollo que aparece en la primera imagen en la parte superior del colgador, también son forros desechables de viscosa.
CÓMO USARLOS
Soy una novata, ya veis, mi intención es probar todas las opciones y dar con la que se ajuste a nuestras necesidades. Lo principal es que es una decisión muy pensada y de la estoy totalmente convencida, así que parto con esa ventaja.
En el bolso con las cosas del bebé llevaremos pañales de repuesto, al igual que haríamos en caso de usar desechables, muselinas, e incluiremos una bolsa con cierre para los pañales y trapitos sucios.
LAVADO
En función de las lavadoras que lleguemos a poner, ahora nunca son más de dos por semana, buscaremos el sistema que mejor nos vaya. Otra ventaja es que tenemos lavadero, por lo que podemos dejar secar los pañales, si es necesario, antes de almacenarlos en un cubo con tapa y un poco de bicarbonato de sodio (para neutralizar olores) listos para el lavado.
No me preocupa en exceso, como si tengo que lavar a mano, cosa que hago con casi todos mis vestidos de segunda mano o cosidos a mano para no dañarlos. Me ha quedado claro que se usa poco detergente (y éste mejor libre de perfumes y blanqueadores), no se utiliza suavizante, y en el aclarado, opcionalmente, se puede añadir un chorrito de vinagre.
¡Y secar al sol, el sistema más barato y ecológico y eficaz anti-manchas!
MÁS COSAS EN RELACIÓN AL CAMBIO DE PAÑALES
Cuando me dijeron de regalarme la canastilla completa, con cremas, colonias, etc. me sorprendió que no entendieran porqué no estoy de acuerdo con el uso de estos productos. Les argumenté que miraran la cantidad de ingredientes poco deseables, incluso tóxicos, que contienen prácticamente todas las colonias, toallitas húmedas, cremitas, etc. Ingredientes tan dañinos como parabenes, ftalatos, fenoxietanol, alcohol y perfumes.
Supongo que soy especialmente sensible a este tema a partir de una reflexión que nos llevó a hacer una compañera de la escuela sobre el uso de toallitas húmedas (las mismas que algunos adultos incluso usan para limpiar la cara de los bebés), que además no se aclaran, por lo que el producto permanece en la piel. Tenía a mi disposición gran variedad de marcas para comprobar que todas contenían algunos de los ingredientes que menciono, este hecho me dio mucho en qué pensar... No quería nada que perjudicase a los niños, así que empecé a evitarlas y a substituirlas por agua, jabón y toalla de tela.
Para el cambio de pañales de la bolita no las usaré, las sustituiré por muselinas y agua (jabón solo en caso de deposiciones, extremar la higiene en este caso es perjudicial porque no respeta la capa natural de protección de la piel). Es tan sencillo como humedecer un extremo de la muselina para limpiar y usar la parte seca para retirar la humedad. Y si nos pilla fuera de casa, con tener una botella de agua o un pulverizador con un poco de agua para humedecer las toallas es suficiente, y una vez sucia, a la bolsa que usamos para el pañal.
Tampoco usaré en principio cremas de cambio de pañal, lo que hacen es crear una barrera que no deja transpirar la piel, tras su uso cuando dejas de ponerla suelen aparecer todas las irritaciones habidas y por haber como por efecto rebote. Optaré por tener un frasquito con aceite de oliva virgen o pastas al agua en todo caso (irritaciones, rojeces).
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