Ya hemos estrenado la nueva estación y lo hemos hecho con todos los topicazos: San Juan en la playa, paellita junto al mar, día de camping, hotelito costero, sandía en la piscina, siesta/lectura bajo la sombrilla, picaduras de mosquito, biquini escurriéndose en la ducha... ¡Nos ha cundido mucho! Pero lo mejor lo mejor de todo: la sensación de tiempo inagotable.
Ayer, me sentía en esa nube que produce el estado vacacional, sin prisa por hacer nada en concreto, dejándome llevar por mis ganas de leer, comiendo lo que me apetecía y cuando me apetecía, vistiendo una camiseta cómoda y andando descalza por el piso. Ayer, ya de noche, estuve leyendo hasta que necesité encender la luz para continuar, y pronto vi la esperada palabra (FIN*). Miguel encendió el televisor y refiriéndose a una película que echaban en La2 me dijo: mira una de las que te gustan a ti, y si, dio en el blanco. Casualmente, una francesa y un francés, anoche me hicieron muy feliz.
Basada en hechos reales
Delphine de Vigan y su novela Basada en hechos reales (Anagrama, 2016).
Delphine es autora del superventas Nada se opone a la noche, pero de ese libro sé bien poco porque no me ha dado por leerlo, aún. Después de devorar Basada en hechos reales, afirmo que tengo intención de leer todo cuanto escriba la autora.
Basada en hechos reales es de aquellas novelas que enganchan, que atrapan. Anoche, mientras se atisbaban las últimas páginas del libro que ha sido mi compañero de escapadita sanjuanera, me daba cuenta de que lo iba a echar de menos. Ha sido una lectura fascinante, me ha conquistado a cada página, me ha tenido ansiosa por saber qué vendrá después y hoy me he levantado con la intención de recomendarla porque bien lo merece, o a mí me lo parece, que para gustos ya sabemos...
Me ha gustado como retrata a los dos personajes principales, como te los va dando a conocer física y psíquicamente, como van evolucionando a lo largo de los sucesos. Y esa sensación de creer que cuanto explica pertenece a su intimidad, y después ya no estar segura de nada. Igual que a las protagonistas las abre en canal para mostrar sus más profundos miedos, inseguridades, contradicciones y manías, hasta el punto de producir angustia, también de algún modo hace confidente al lector de cuanto acontece.
Aún así, no es de aquellas historias en las que te identificas con uno de los personajes, en mi caso no me ha sucedido, y con quien menos, con Delphine. Pero me han resultado tan cercanas, que ha despertado en mí la complicidad de las confidencias de una amiga íntima.
Creo que es un libro que puede gustar especialmente a personas que se dedican a escribir o que adoran la escritura, pero también a quienes sus inseguridades a veces les juegan una mala pasada.
Pequeñas mentiras sin importancia
Y Guillaume Canet con su película Pequeñas mentiras sin importancia (Les petits mouchoirs) de 2010.
Con François Cluzet, Marion Cotillard, Benoît Magimel, Gilles Lellouche, Jean Dujardin,Pascale Arbillot, Edouard Montoute, Valérie Bonneton, Laurent Lafitte,Anne Marivin, Louise Monot, Joel Dupuch, Hocine Merabet, Maxim Nucci...
Este film trata el tema de las relaciones personales: la amistad, las relaciones de pareja, los problemas generacionales, de un modo introspectivo y ahondando en la fragilidad de todo ello.
Pero no doy más pistas, hay que verla, porque lo mejor de la película son las interpretaciones. Y dicho esto, me voy a la francesa ;)
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