jueves, 15 de septiembre de 2016

¿POR QUÉ HAY DÍAS EN LOS QUE...?

Hay días en los que acabo agotada;
me pesa exageradamente el cuerpo,
pero más me pesa la carga que llevo sobre los hombros.

¿Sabéis a qué me refiero?
Es la sensación de llevar un lastre,
es una suma de pequeñas cosas
que juntas se vuelven gigantes.









Todas las imágenes tomadas por Miguel
Hay días en los que no hay sueño reparador que valga,
ni baño con sales relajantes, ni abrazos que sostengan.

En esos días en los que quisiera desaparecer, 
ser humo o brisa, 
vaciar el alma y empezar de nuevo.

¿Por qué elijo siempre la pregunta complicada,
 la opción difícil,
 el camino más largo?

¿Por qué no sé callar y sonreír,
mirar hacia otro lado,
ni padecer ni sentir?

¿Por qué no sé hacer que no me importe,
 que me de igual, 
que me la traiga al pairo?

¿Por qué no sé pasar del tema,
ignorar el tema?
¡malditos temas!

¿Por qué me siento minoría,
 a menudo incomprendida 
y frecuentemente cuestionada?

¿Por qué soy carne de cañón 
aunque lucho con garras afiladas?

¿Por qué odio dar explicaciones
y me da tanta pereza justificarme?

¿Por qué no soy más simple?
[Simple= fácil, sencillo, sin complicación.]

¿Por qué nunca fui lo que se esperaba de mí 
y luego fui lo que se esperaba de mí?
¿Por qué las dos opciones son malas? Para mí...

¿Por qué hay días en que me siento cansada
 y aún así no puedo dormir
 y necesito escribir para vaciarme un poco
y dejar que fluya esa emoción contenida,
 como el humo?

 ¿Por qué hoy es ese día
aunque no me sienta ni triste, 
ni mal, ni nada?

¿Por qué no me permito jamás estar triste?
 Vale, pregunta retórica: 
porque pienso que en el mundo
 hay gente con más derecho a esa tristeza.

¿Por qué cuando hablo de tristeza siempre me viene a la cabeza una frase de una canción?
"Hay un pensamiento triste, como el cuarto de la plancha..."

 ¿Acaso se gasta la tristeza?,
¿acaso yo no puedo tomar una pizca
 para derribar el cúmulo de pequeñas partículas
 que han formado una roca indestructible?

Y mañana por fin es viernes,
y vuelvo a pensar en una canción:
"ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van cantando...",
y sin querer he retrocedido muchos años atrás
cuando esta canción realmente me hacía sonreír.

Y cuando llega mi amor todo (siempre) es mejor.
Fin.

P.D.: Tengo dos grandes amores <3<3

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si me has leído me encantará saber qué piensas