Antes, como una vez al año voy a la peluquería, me entretenía en mirar las fotografías de las revistas del corazón (en las peluquerías a las que yo voy te dan a elegir entre revistas del corazón y revistas de moda), creo que es mejor que intentar leer un libro porque la peluquera o peluquero algo de conversación te da y no es plan de ignorarle (que está tu pelo en sus manos jejjee!!).
Las últimas veces las he ojeado y me he dado cuenta de que si no sigues algún reallity te cuesta conocer a la mitad de personajes... Soy la única que recuerda aquella canción de "La Parodia Nacional" que decía aquello de: "desde que Isabel Gemio sale con Jesús Quintero... (por cierto, aún salen?? ;)) Qué pedazo de artistas hay en las revistas de mi peluquero"." Momento friky-remember a parte, esta semana estuve en el camping de mi cuñado y cayó un chaparrón de cuidado, mientras decidíamos si salir o no con ese tiempo, me dio por ojear una revista que tenía su madre sobre la mesita del televisor (no diré el nombre, solo que es un clásico de la prensa rosa española y que tiene un nombre que no indica para nada lo que hago yo con ella). Me quedé impactada.
La primera famosa que aparecía rondará los 70 o 80 años, no tengo ni idea, solo sé que lleva toda la vida apareciendo por televisión. Experimenté una profunda impresión, conmoción... entré en estado de shock, vaya: ¿es ella? No sabía bien bien que es lo que me chirriaba tanto, no sé si es que juntar cirugía y Photoshop, ambos en exceso, da un pequeño monstruo que cuesta de ver... Seguí mirando la revista buscando otras famosas de cierta edad, encontré lo que me temía:
Pánico a envejecer
La GERASCOFOBIA es el miedo irracional a envejecer
http://www.cuidatusaludemocional.com |
Y me puedo hacer una idea de lo que supone para una persona que se mueve en un mundo en el que la imagen tiene tanto valor ir perdiendo frescura y belleza, ir ganando arrugas, flacidez, canas, estrías... Aunque creo que con las mujeres la presión es mayor, es evidente que en los hombres también existe. Para la autoestima debe ser demoledor sentir que ya no eres como has sido, cuando te has sentido querida, admirada, halagada, y tenida en cuenta (en muchos casos eso se refiere a tener trabajo o no tenerlo). Y tener que luchar contra el tiempo a base de operaciones que acaban convirtiéndote en algo raro: porque tu cara y tu cuerpo operados jamás son comparables a ser joven y bella, son una aproximación, y rozar la ochentena con un físico indefinible no creo que sea plato de buen gusto.
Aunque el caso que me ha inspirado esta entrada es bastante extremo, cuando busqué otros famosos tuve la sensación de que se da muy pronto esta obsesión por detener el tiempo, a lo mejor influye el hecho de que ciertas profesiones parece que tengan "fecha de caducidad", pero creo que tiene más peso la presión social: cuando nos dicen "¡no aparentas la edad que tienes!", deberíamos decir: "¿¿¡¡noooo!!?? ¿tan inmadura se me ve?" jejejee!! ¿Me entendéis, verdad?
No es fácil, hay muchos factores en nuestra contra: la publicidad y el negocio de vender la eterna juventud (y de prácticamente solo dar visibilidad a lo joven), nuestros referentes, si estos son modelos, actrices, cantantes, jóvenes y guapas, nuestros valores, si creemos que lo que importa de nosotros mismos se reduce a nuestra apariencia, por lo tanto, la sobrevaloración de lo físico, de la estética por encima de todo...
Hace poco fui a hacerme unas fotos de carnet y me dieron a elegir mi fotografía retocada o no, también para Juno. ¿Por qué nos dejamos hacer esto? Es dejar que alguien decida que nuestra imagen no es la adecuada, que necesitamos retocarla como sinónimo de mejora. ¿Es mejor no ser uno mismo? Una imagen retocada no es nadie, carece de las singularidades que nos hacen ser lo que somos, a menudo los retoques eliminan nuestra expresión.
Se empieza por querer salir bien en la foto, por colgar una foto de perfil en la que (te crees) sales tan favorecida que ni te pareces a ti misma, y después, supongo, que quieres lograr como sea ser como esa falsa imagen de ti misma, ese avatar... Te aferras a una ilusión, aunque el espejo te golpee con la realidad.
Hace poco fui a hacerme unas fotos de carnet y me dieron a elegir mi fotografía retocada o no, también para Juno. ¿Por qué nos dejamos hacer esto? Es dejar que alguien decida que nuestra imagen no es la adecuada, que necesitamos retocarla como sinónimo de mejora. ¿Es mejor no ser uno mismo? Una imagen retocada no es nadie, carece de las singularidades que nos hacen ser lo que somos, a menudo los retoques eliminan nuestra expresión.
Se empieza por querer salir bien en la foto, por colgar una foto de perfil en la que (te crees) sales tan favorecida que ni te pareces a ti misma, y después, supongo, que quieres lograr como sea ser como esa falsa imagen de ti misma, ese avatar... Te aferras a una ilusión, aunque el espejo te golpee con la realidad.
¡Qué nos dejen envejecer en paz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si me has leído me encantará saber qué piensas