Para los que leísteis mi anterior entrada: ¡el día siguiente fue peor! Por suerte este puente está aclarando mis ideas. Necesitaba tiempo para ver con perspectiva que a veces hay que aceptar que no vale la pena y punto. Hay cosas, personas, actitudes, situaciones... que no hay por donde pillarlas, pues más vale no acercarse demasiado a ellas y así ni te quemas ni te dañas. ¡Qué corra el aire!
Os dije que fui a recoger la película que reservé en la biblioteca, la misma en la que siento un escalofrío nada más entrar, y anoche por fin la vimos. A Miguel le gustó, pero no creo que se vaya a convertir en una de sus películas favoritas, a mí, en cambio, me fulminó.
https://cardiodrama.com/2016/12/19/he-visto-captain-fantastic |
CAPTAIN FANTASTIC
E.E.U.U. (2.016)
Director y guionista: Matt Ross
Reparto: Viggo Mortensen, George Mackay, Samantha Isler, Annalise Basso, Nicholas Hamilton, Shree Crooks, Charlie Shotwell, Ann Dowd, Erin Moriarty, Kathryn Hahn ..
La película empieza impresionante, con una escena de caza que me deja totalmente en shock, después de ver la estética de la portada e imaginar de qué podría tratar un film con unos personajes tan pintorescos. Y empieza totalmente alejada de ese aire retro, cómico, e incluso naïf, que anticipaba. Al principio presenta un padre estricto que educa (entrena) a sus hijos al margen de la civilización, no en un paraje silvestre encantador, sinó en una naturaleza que muestra toda su crudeza; aunque cuando casi me da un patatús de ver el programa de entrenamiento, los horarios, la rigidez y la elevada exigencia personal, esa noche acaban todos tocando varios instrumentos en un clima de lo más relajado y familiar.
Hay algunos aspectos de la película que no me acaban de convencer: el hijo que se rebela contra el padre hasta el punto de querer ir a vivir con unos abuelos que ni conoce, la hija pequeña que es una enciclopedia andante, el papel rozando lo cómico del hijo mayor por nunca haber estado en un contexto social convencional, son algunos ejemplos. Es más bien una cuestión de medida, los mismos papeles sin llevarlos tan al extremo me hubiesen encajado a la perfección.
Y continuando con este empeño en llevar a los personajes al límite, cayendo en el estereotipo, encontramos a los abuelos paternos: él, poderoso y déspota, ella, afligida y sometida; la tía histérica e inflexible, los primos tarugos... Tampoco hace falta exagerarlos tanto para que un espectador sensible al relato de la película entienda el mensaje. Preferiría más sutileza y me ha parecido que estaba escrito en letras gigantes de neón.
A lo largo de la película detecto algunas escenas poco creíbles, como la rapidez y la impunidad con la que desentierran a la madre, en otra ocasión, cuando una de las hijas cae del tejado y casi se mata, en el hospital ni rastro de servicios sociales... Contínuamente creo que van a tener problemas con la policía, pero escapan de todas las situaciones con asombrosa facilidad.
Pese a estas incoherencias, opino que Viggo está sublime en su papel de padre excéntrico, me gusta especialmente cuando entran en conflicto sus ideales con el bienestar de sus hijos y se replantea su estilo de vida y crianza. A pesar de que plantea un modo de vida idílico, continuamente aparecen los inconvenientes de llevarlo a cabo, el hecho de no idealizar querer vivir al margen de la sociedad imperante, la enfermedad y muerte de la madre, el propio papel del padre, etc., para mí es un punto a favor del film.
Ha sido incluso doloroso empatizar tanto con Ben (Viggo Mortensen), no he podido evitar sentir el peso que supone nadar contracorriente, aún sabiendo que has elegido una opción más respetuosa y saludable (por estar informada), y más, viendo como la masa-manada derrota a la oveja negra, o casi.
Como espectadora que empatizas con esos ideales anticapitalistas y anticonsumistas, con un espíritu crítico y reflexivo, con una educación autodidacta y la lectura compulsiva, te desespera lo inalcanzable que finalmente resulta. Y el final, lo interpreto como una desradicalización del proyecto, más que como una derrota, aunque siempre me quedará la duda de cómo han comprado una casita en el campo, escolarizado a cinco niños de golpe, como el mayor coge un avión para largarse a la otra punta del mundo, y ese abuelo empeñado en quitarle la custodia de su prole les ha dejado en paz.
A lo largo de la película detecto algunas escenas poco creíbles, como la rapidez y la impunidad con la que desentierran a la madre, en otra ocasión, cuando una de las hijas cae del tejado y casi se mata, en el hospital ni rastro de servicios sociales... Contínuamente creo que van a tener problemas con la policía, pero escapan de todas las situaciones con asombrosa facilidad.
Pese a estas incoherencias, opino que Viggo está sublime en su papel de padre excéntrico, me gusta especialmente cuando entran en conflicto sus ideales con el bienestar de sus hijos y se replantea su estilo de vida y crianza. A pesar de que plantea un modo de vida idílico, continuamente aparecen los inconvenientes de llevarlo a cabo, el hecho de no idealizar querer vivir al margen de la sociedad imperante, la enfermedad y muerte de la madre, el propio papel del padre, etc., para mí es un punto a favor del film.
Ha sido incluso doloroso empatizar tanto con Ben (Viggo Mortensen), no he podido evitar sentir el peso que supone nadar contracorriente, aún sabiendo que has elegido una opción más respetuosa y saludable (por estar informada), y más, viendo como la masa-manada derrota a la oveja negra, o casi.
Como espectadora que empatizas con esos ideales anticapitalistas y anticonsumistas, con un espíritu crítico y reflexivo, con una educación autodidacta y la lectura compulsiva, te desespera lo inalcanzable que finalmente resulta. Y el final, lo interpreto como una desradicalización del proyecto, más que como una derrota, aunque siempre me quedará la duda de cómo han comprado una casita en el campo, escolarizado a cinco niños de golpe, como el mayor coge un avión para largarse a la otra punta del mundo, y ese abuelo empeñado en quitarle la custodia de su prole les ha dejado en paz.
SWEET CHILD O'MINE
Guns N' Roses
She's got a smile it seems to me
Reminds me of childhood memories
Where everything
Was as fresh as the bright blue sky
Now and then when I see her face
She takes me away to that special place
And if I'd stare too long
I'd probably break down and cry
Oh, oh, oh
Sweet child o' mine
Oh, oh, oh, oh
Sweet love of mine
She's got eyes of the bluest skies
As if they thought of rain
I hate to look into those eyes
And see an ounce of pain
Her hair reminds me of a warm safe place
Where as a child I'd hide
And pray for the thunder
And the rain
To quietly pass me by
Oh, oh, oh
Sweet child o' mine
Oh, oh, oh, oh
Sweet love of mine
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